En el marco del Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera suscrito entre el Estado colombiano y las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), se creó la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, organismo que busca, como su nombre lo denota, esclarecer lo ocurrido en el conflicto armado interno de forma que las víctimas y la sociedad en general conozcan la verdad, promover la convivencia a partir del reconocimiento de lo sucedido y, finalmente, contribuir a sentar las bases para la no repetición mediante un proceso de participación amplio y plural que coadyuve a la construcción de una paz estable y duradera.
En este especial, la Fundación Compartir ha organizado, junto con esta comisión y el Centro de Memoria Paz y Reconciliación, una serie de espacios en los cuales maestros, directivos docentes, expertos y tomadores de decisiones de política pública, conversan y reflexionan sobre el reto pedagógico que conlleva el cumplimiento de estos tres objetivos encomendados.
El maestro Miyer Pineda responde cómo se debe enseñar la historia reciente en el colegio y explica cómo usa su proyecto Mnemósine para hablar del tema en el aula de clases.
La pedagogía de los episodios traumáticos exige pensar en alternativas para educar sujetos éticos, en el sentido que puedan ocuparse del otro y convivir con él escuchando su testimonio.
El reto no está en decretar la enseñanza de la paz, sino en diseñar un currículo escolar capaz de hablar del conflicto armado y de las víctimas desde un enfoque territorial.